Estas son las invaluables joyas robadas del Louvre en Francia

PorCapricho Tv

octubre 21, 2025

En solo siete minutos, un grupo armado sustrajo nueve piezas históricas de la colección de Napoleón III y la emperatriz Eugenia, en un golpe sin precedentes dentro del museo parisino. Aunque nueve piezas fueron robadas, una fue recuperada poco después del asalto.

En la mañana de este domingo 19 de octubre, cuatro delincuentes irrumpieron en el Museo del Louvre utilizando un montacargas para ingresar por una ventana de la Galería de Apolo. En apenas siete minutos, los ladrones se apoderaron de nueve piezas de la colección de joyas de la corona francesa, pertenecientes a la época de Napoleón III y la emperatriz Eugenia de Montijo. La única joya recuperada fue la Corona de la Emperatriz Eugenia.

Las joyas robadas son:

  • La diadema del aderezo de la reina María Amelia y de la reina Hortensia;
  • El collar y los pendientes de zafiros de la reina María Amelia y Hortensia;
  • El collar y los pendientes de esmeraldas de María Luisa;
  • Un broche relicario;
  • La diadema y el gran lazo de corsé de la emperatriz Eugenia.

La joyería de la reina María Amelia y Hortensia

La diadema del aderezo de la reina María Amelia y de la reina Hortensia fue una pieza emblemática, llevada por Hortensia de Beauharnais, hija de Josefina, primera esposa de Napoleón, y posteriormente por María Amelia de Borbón-Dos Sicilias. Este aderezo familiar se asocia con una posible herencia de María Antonieta, según leyendas sin confirmar.

El collar y los pendientes de zafiros, que acompañaban la diadema, fueron modificados a lo largo de los siglos y permanecieron en manos de la familia Orleans hasta 1985.

El collar y los pendientes de esmeraldas de María Luisa

Por su parte, el collar de esmeraldas de María Luisa fue un regalo de bodas que Napoleón Bonaparte hizo a su segunda esposa en 1810. La pieza, creada por el joyero François-Régnault Nitot, está compuesta por 32 esmeraldas, diez de ellas en forma de pera, y 1 138 diamantes, considerados entre los más puros de la época. El conjunto incluía también un par de pendientes de esmeraldas, igualmente pertenecientes a la emperatriz austríaca.

Broche relicario

El broche relicario, de origen aún incierto, formaba parte de los adornos personales de la corte imperial.

Diadema y el gran lazo de corsé de la emperatriz Eugenia

Mientras que la diadema y el gran lazo de corsé de la emperatriz Eugenia, símbolo de la opulencia del Segundo Imperio, completaban el botín sustraído. Aunque la corona de Eugenia también fue objeto del robo, las autoridades la recuperaron horas después en las inmediaciones del museo, dañada.

El ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, calificó las joyas como “de un valor patrimonial e histórico inestimable”. Estas piezas formaban parte de las 23 joyas expuestas en la Galería de Apolo, espacio que albergaba además los célebres diamantes El Regente, El Sancy y La Hortensia, todos ellos resguardados y a salvo tras el asalto. El Louvre, considerado guardián del legado monárquico francés, enfrenta ahora uno de los robos más audaces de su historia reciente.