“Recibí amenazas contra mi vida al ser la candidata más opcionada para ganar la Presidencia”, expresó la aspirante Luisa González en un comunicado de su movimiento Revolución Ciudadana.
Según González, la fiscalía investiga a una persona que “habría asegurado poseer bombas para atentar” contra su vida, por lo que deberá fortalecer su esquema de seguridad.
Es por esto que aceptó recibir protección militar en medio de una campaña electoral ensombrecida por el asesinato de un candidato (Fernando Villavicencio).
En Imbabura, la candidata presidencial Luisa González apareció portando un chaleco antibalas. Aunque en un inicio rechazó el uso del mismo, declaró que ahora lo debe portar pues en la fiscalía general del Estado, existe un proceso abierto ante este posible atentado.